En el mundo del flamenco hay muchas expresiones y términos que no solemos usar de forma cotidiana. Uno de ellos es “aflamencar”, del que muchos desconocen su significado. Se trata de tomar las características de la música y el cante flamenco y aplicarlo a algún tema, ya sea mediante el compás o la entonación.
Un recurso usado por multitud de artistas para sumar la sonoridad a su repertorio, imprimiendo personalidad a sus interpretaciones, ampliando de esta forma su versatilidad y sus capacidades interpretativas, pero sin adentrarse de lleno en el mundo del flamenco tradicional. Y es que, gracias a ello, pueden aflamencarse melodías para fusionar estilos e interpretar piezas con un propio sello personal.
Pero no solamente pueden aflamencarse canciones, sino también bailes. Todos los movimientos pueden aflamencarse e ir más allá de las posturas clásicas. Para ello, basta con estudiar los movimientos, los conceptos y las formas e intentar aflamencarlos.
¿Qué tipo de música puede aflamencarse?
El flamenco es una de las principales señas de identidad de nuestro país. Muchos consideran que es algo que se lleva de dentro, sin necesidad de contar con muchos conocimientos teóricos musicales. Basta con dejar salir el duende y acompañar el cante con una guitarra o sencillamente con el toque de las palmas.
Sin embargo, otra manera de llegar al flamenco es enamorarse de él a través de los distintos palos musicales e intentar llevarlo a nuestra especialidad, ya sea en el violín, la flauta, el piano o la trompeta. Pero también aflamencando las melodías que interpretamos. El cante aflamencado puede llevarse, por ejemplo, al rock, al jazz, a la rumba, al blues o al hip hop, y crear fusiones sorprendentes. Prácticamente, cualquier canción puede aflamencarse con toques de flamenco. Es lo que se conoce como Flamenco Joven o Nuevo Flamenco.
¿Cómo nació la música aflamencada?
El procedimiento de aflamencar una melodía no es complicada. Basta con ralentizar el tempo y adaptar la melodía al cante jondo. De hecho, la música aflamencada no es una novedad. En los primeros años del flamenco, ante la necesidad de estilos por parte de los artistas profesionales, se tomaron canciones a las que se adaptó el ritmo para hacerlo más pausado y adornándolas con toques flamencos, dando lugar al estilo que conocemos hoy.
Pero la música aflamencada empezó a desarrollarse principalmente en la década de los 80 del siglo XX, una época que destacó por el espíritu de protesta de la juventud española. El flamenco se vio influenciado por estilos como el jazz, el pop, el rock o el blues y se terminó fusionando con algunos de ellos, de la mano de artistas como Paco de Lucía y Camarón, que lograron reinventar el flamenco con nuevos ritmos y sonidos y captar a miles de seguidores.
Con el paso del tiempo, el cante aflamencado ha ido cobrando más importancia dentro del panorama musical actual, sobre todo con la entrada de nuevos artistas como Rosalía, Dellafuente, el Niño de Elche o María José Llergo, que han llevado este tipo de música a otro nivel. Un nuevo estilo más melódico y con fines comerciales, que goza de una mayor aceptación que el flamenco original por parte del público de masas. Y, del mismo modo que ocurre con los nuevos estilos musicales actuales, muchas veces incluye el uso de la tecnología. Siendo muy habitual encontrarse con una base techno a lo largo de la pieza, mientras que por encima se escuche nítidamente la característica voz flamenca que destaca por los giros propios del flamenco.
En definitiva, la música aflamencada nació como una necesidad de reinventarse. Paco de Lucía y Camarón fueron los promotores de ello, combinando las raíces tradicionales con el rock y el pop. Y, actualmente, algunos de los cantantes más exitosos de nuestro país abanderan este género que cuenta ya con miles de seguidores.